El Choro

El choro (en portugués, lloro o llanto), popularmente llamado chorinho, es un género musical, una música popular e instrumental brasileña, con más de 130 años de existencia. Los conjuntos que lo ejecutan son llamados regionais (regionales), y los músicos, compositores o instrumentistas, son llamados chorões. El choro es considerado la primera música popular urbana típica de Brasil, y su ejecución resulta ser muy difícil.
A pesar del nombre, el ritmo es generalmente agitado y alegre, caracterizado por el virtuosismo y la improvisación de los participantes, que precisan tener estudio, técnica y pleno dominio de su instrumento.
El conjunto regional está generalmente formado por uno o más instrumentos solistas, como la flauta o la mandolina, que ejecutan la melodía, junto al cavaquinho (un instrumento específico de la música portuguesa) que hace el centro del ritmo, y una o más guitarras (entre las que destaca por su singularidad la de siete cuerdas), además del pandeiro como marcador de ritmo.
Como forma musical surgió probablemente a mediados de 1870, en Río de Janeiro, y en ese inicio     era sólo considerada una forma autóctona de tocar ritmos extranjeros, que eran populares en aquel tiempo, como el vals y el chotis europeos, y principalmente polca, o los africanos, como el lundu.
La historia del Choro probablemente comienza en 1808, año en que la Familia Real portuguesa llegó a Brasil. En 1815 la ciudad de Río de Janeiro fue promulgada capital del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve. Pronto comenzó una reforma urbana y cultural, y se crearon cargos públicos. Con la corte portuguesa llegaron también instrumentos de origen europeo, como el piano, el clarinete, la guitarra, el saxofón, la mandolina o el cavaquinho, así como danzas de salón europeas, como el vals, la quadrille, la mazurca, la modinha, el minueto, el chotis y principalmente la polca, que se pusieron de moda en los bailes de la época. La polca fue presentada en julio de 1845.
La reforma urbana, los instrumentos y las músicas extranjeras, junto a la abolición del tráfico de esclavos en Brasil en 1850, pueden ser considerados como el caldo de cultivo del choro, pues posibilitaron la emergencia de una nueva clase social, la clase media, compuesta por funcionarios públicos, instrumentistas de bandas militares y pequeños comerciantes, generalmente de origen negro, en los suburbios de Río de Janeiro. Esas personas, sin mucho compromiso, pasarán a formar conjuntos para tocar “de oído” esas músicas, que junto con algunos ritmos africanos ya enraizados en la cultura brasileña, como la batuca o el lundu, serán tocados de manera abrasileirada (a la manera brasileña) por los músicos que fueron entonces bautizados como chorões.
El conjunto regional y los instrumentos de choro
El nombre regional probablemente surgió en la década de 1920 por dedicarse a la música regional. Los conjuntos regionais se componen de instrumentos de viento, de cuerdas y de percusión. Generalmente uno o más solistas, como la flauta, la mandolina, el cavaquinho e incluso el clarinete y el saxofón ejecutan la melodía, mientras el cavaquinho hace el papel de centralizador del ritmo y una o más guitarras de seis y siete cuerdas improvisan modulaciones como acompañamiento, armonizando y formando la base del conjunto con la llamada “baixaria” de sonidos graves. También hay intrumentos de percusión, como la pandereta. El piano y el trombón eventualmente forman parte de los regionais. Los chorões generalmente son compositores y también instrumentistas.

Éxito internacional.
El choro tiene éxito en países muy distanes de Brasil, como Japón, Francia o Estados Unidos. Ya en 1985, cuando la camerata carioca estuvo en Japón, constató la existencia de músicos que tocaban y estudiaban música brasileña, como el Choro Club (que fusiona el lenguaje del choro con las tendencias contemplativas de la música oriental, con un repertorio de composiciones propias y de Ernesto Nazareth y Jacob do Bandolim.

¿Es el choro un Jazz brasileño?
Algunas personas dicen que el choro es una suerte de “jazz brasileiro”, pero resulta que, a pesar de de tener en común la improvisación, el choro surgió antes que el jazz, por tanto este último es el que debería llamarse “choro estadounidense”. Además, su origen es diferente. El jazz procede de la cultura negra estadounidense mientras que el choro tiene un origen europeo, principalmente de la polca. Una afirmación más correcta sería que el choro es a la música brasileña lo que el jazz a la estadounidense.